-Javier Cid-
Cristian Stuani se reivindicó anotando dos de las tres dianas que consiguió el conjunto levantino ante el Málaga CF el pasado fin de semana en el Ciutat de Valencia.
'El matador de Tala' volvió a reencontrarse con el gol en el momento que más lo necesitaba su equipo y se pareció a aquel delantero que consiguió el Pichichi de Segunda la pasada campaña con el Albacete con 23 goles.
El artillero granota se encuentra en un momento dulce de forma al igual que el resto de la plantilla. Increíble como un equipo con el presupuesto del Levante pueda estar más cerca de los puestos de Europa que del descenso a ocho jornadas para el fin de la Liga BBVA. Algo sólo soñado por sus aficionados al principio de campaña que, gracias al coraje, el tesón y la entrega del equipo de Luís García, se ha hecho realidad.
Hombres como Caicedo, Valdo, Ballesteros o el propio Stuani están brillando con luz propia en la Liga española y dejan al Levante en una posición de privilegio y asentada en la tabla. El estado de forma de estos jugadores, la ilusión, el convencimiento y el gran trabajo de un cuerpo técnico comandado por Luís García han llevado al club de Orriols a completar la mejor segunda vuelta de su historia en Primera con 26 puntos a falta de ocho jornadas. La fuerza y la unión de este grupo de jugadores es un ejemplo al trabajo en equipo.
Como si esto fuera poco, el pasado domingo, el delantero charrúa fue despedido por su afición con una sonora y merecidísima ovación que consiguió emocionarle. Stuani ha vuelto, el Levante es de Primera.
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